Estimados miembros de la iglesia Presente
Mi nombre es Satanás, pero me pueden decir como quieran, desde “Lucifer” hasta el “cola de flecha” para los amigos.
Me hicieron esta pregunta , ¿Qué haría yo en la iglesia?
Si me lo permiten, tengo algunas propuestas sobre mi trabajo a desempeñar:
•De partida, no andaría asustando a los cristianos, el susto provocaría que se acercaran más a Dios, es decir “a la competencia”.
•No invertiría mucho tiempo en promover herejías, ese trabajo ya me lo hacen varios predicadores famosos y sin honorarios.
•No sacaría cristianos de la iglesia, me son más útiles tenerlos como colaboradores dentro de ella, promoviendo los chismes, la envidia, las rencillas, la arrogancia y la hipocresía.
•No TRASTORNARÍA los programas de la iglesia, es más, apoyaría muchos de ellos con tal de tener a los cristianos 40 años en la congregación y sin haber TRASTORNADO al MUNDO.
•No impediría la lectura de la Biblia, en tanto que se lea sólo para validar y ratificar los dogmas ya asimilados y no para dejarse provocar y escandalizar por aquello que nos exige practicar.
•No impediría la vida de oración, en tanto que ella aparte a los cristianos del mundo y de sus necesidades.
•No impediría que se hable de Jesús, en tanto que sea de “Ese jesús” que lo amoldaron a los paradigmas religiosos, para así ocultar a ese otro que grita desde los evangelios esperando que lo dejen entrar a la iglesia.
También me dedicaría a 3 misiones fundamentales.
1.- Matar
•Mataría las voces proféticas que denuncian la religiosidad hueca y daría larga vida a los fariseos.
•Mataría a todos los líderes que se ponen el “overol” para trabajar en servicio a los demás y daría larga vida a los pastores y líderes “Empresarios” y “patrones de fundo”.
•Mataría a los juiciosos maestros de la biblia, a todos aquellos que luchan para que las Escrituras vuelvan a orientar en las realidades tan complejas en que vive el hombre, en cambio, daría larga vida a los maestros que con dos versículos creen dar respuestas acabadas cerrando el diálogo.
2.-Robar
Robaría la creatividad y la cambiaría por rutina religiosa.
•Robaría el amor a Cristo y lo cambiaría por un amor a las estructuras.
•Robaría el amor por la Iglesia y lo cambiaría por un amor al “edificio”.
•Robaría la defensa legítima de la fe y la cambiaría por una defensa ciega a formas culturales religiosas.
•Robaría el temor de perder la integridad y lo cambiaría por el temor a perder el CARGO que por “TANTOS” años se lleva en la iglesia.
3.-Destruir
•Destruiría la posibilidad de nuevas generaciones de líderes y perpetuaría los cargos vitalicios.
•Destruiría el amor y perpetuaría la indiferencia.
•Destruiría la unidad y perpetuaría la uniformidad.
•Destruiría las convicciones cristianas y perpetuaría el activismo religioso sin reflexión.
•Destruiría las ganas de servir y perpetuaría las ganas de mandar.
•En esencia, destruiría la iglesia desde adentro y dejaría erigido algo parecido a ella, pero sin el Señorío de Cristo, la fuerza renovadora del Espíritu y la compasión del Padre.
Con mucho aprecio
Se despide atentamente
El Diablo
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