"¿Está alguno entre vosotros afligido? Ore."
Santiago 5 : 13
La oración es el arma más poderosa que tenemos, y la actividad más importante que el cristiano puede hacer. Algunas veces hablamos de la oración como si fuera la última opción, la herramienta menor. La oración debe encabezar nuestra lista de prioridades. El mundo está desesperadamente necesitado de nuestras oraciones. La oración abre la puerta para que Dios haga cosas gloriosas en nuestra vida y en la de otros. Una vida de oración dinámica suaviza corazones, mueve montañas, y te lleva a una enteramente nueva y profunda relación con Dios. Cuando iniciamos una vida de oración nos unimos a Dios para lograr Sus propósitos en la tierra, y lograr lo que sin la oración no se hubiera podido lograr.
Comienza tu oración adorando el nombre de Dios y dándole gracias por su creación entre la cual te encuentras tu. Adorar a Dios por su ingenio creador es una forma de orar. Cuando reconocemos la grandeza de nuestro Dios, Su cercanía a nosotros, y Su amor por nosotros no podemos hacer otra cosa más que responderle con la más profunda expresión de adoración. Trae a Dios tus peticiones y preséntalas a El. Día a día clama a Dios por sabiduría, dirección, fuerza, provisión y sobre todo pídele que se haga su voluntad en tu vida. Serás un vencedor.
Que Dios Te Siga Bendiciendo.
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